En su libro «Rituales del caos», el escritor Mexicano Carlos Monsiváis destaca algunas de las características que, según dicta nuestra cultura popular, cumple el mexicano promedio: O es Guadalupano devoto, fiestero empedernido o pambolero recalcitrante. Y es que esta afirmación no viene salida de un chispazo de ideas al azar, está claro que todos, o la gran mayoría, tenemos al menos alguna de esas tres aficiones.
Es el fútbol el deporte más popular del mundo, pues no necesitas más que un objeto para patear y delimitar física o mentalmente el espacio donde anotar un gol, para sacar un grito palpitante y tenaz mientras te imaginas a la grada de concreto repleta y entregada a tu ser.
En México, el fútbol tiene también su pareja antagónica; el equipo patriotero vs el equipo soberbio.
El equipo soberbio, pensado desde el momento mismo de su transición de canarios a águilas, el epítome de llegar a desplazar al llamado «campeonísimo» y coronarse como el equipo más ganador, el más exitoso, y por supuesto y no menos importante; el más odiado.
Y esque, cuando eliges ser aficionado de un equipo, debes aceptar per se, todos los compromisos que este lleva; incluidas las no pocas mentadas de madre cada jornada, so pretexto de «es el equipo inflado por televisa».
Es así que cada jornada, el equipo de enfrente juega su partido de la temporada, aunque para nosotros, los de armadura azul y amarilla, pocos sean los merecedores de resaltar dentro de la enorme fila de sinodales pamboleros.
Este fin de semana se juega el clásico 205, entre chivas y América, las estadísticas nos dicen, lo que el día a día también: de las últimas 14 ediciones, han sido 7 triunfos, 4 empates y sólo 3 derrotas de las águilas ante el Guadalajara, sumando un triunfo más en un partido de exhibición este mes de septiembre en Texas, EEUU.
La última gran noche de clásico, ya con Santiago Solari en el banquillo, Henry Martin y Córdoba se encargaron de mover las redes, para un contundente 3 – 0 con un sabor a verdadera identidad; esa que no la venden ni la adquieren con refuerzos, sino con el compromiso de ser el mejor en la cancha.
Otro clásico, otra ilusión de sumar 3 puntos más, otra oportunidad para Solari y sus muchachos de confirmar por qué son el mejor equipo de la liga.
Y aunque chivas hace tiempo que ha dejado de ser un parámetro serio, la importancia de este duelo no está en duda; aun cuando en la actualidad, un Cruz azul o un tigres signifiquen un esfuerzo mayor, súper clásico de clásicos, sólo hay uno: el equipo más grande y más ganador; América, vs su enemigo de puros mexicanos.