Chivas No Te Rajes

El clásico nacional, aquel partido que ambas aficiones esperan con ansias desde el inicio del torneo, aquel juego donde se juegan más de tres puntos, un partido de futbol que durante 90 minutos y que puede dividir amistades y hasta familias; pero tranquilos, aquellas pasiones que desborda una pelota y 22 jugadores sólo queda y deben permanecer en el terreno de juego y sobre todo en la “carrilla”
“Chivas vs América”, “el equipo del pueblo vs el equipo de los ricos”, “puros mexicanos vs los mejores extranjeros y uno que otro mexicano de mal gusto”. Un Encuentro que resulta una tradición y hasta patrimonio de nuestro futbol mexicano; en esta ocasión me atrevo a recalcar la perspectiva de los realmente buenos: Las Chivas rayadas del Guadalajara.


De tal manera es del todo futbolero, que en esta ocasión llegamos de capa caída, entre el mal rendimiento de los jugadores en las últimas fechas y siendo objetivos, desde los últimos tornes, concatenado con las malas decisiones administrativas de la gente de pantaloncillo largo, la nación Chiva estamos ampliamente descontentos, pues no se esta alcanzando los resultados que una afición de esta magnitud merecemos.
Bajo ese contexto, el equipo azulcrema llega al parecer confiado, no obstante, son concederos que en este tipo de encuentros las estadísticas no juegan, el pasado no impone, el número en la tabla no influye, pues son partidos de fútbol donde se juega el orgullo, aquel donde gana el que siente los colores, el que se identifica con todos los aficionados que realizan la típica apuesta, por lo que dichas razones son suficientes para creer que Chivas puede salir con el triunfo, marcador que radica toda posibilidad y torna a ser ampliamente deseado por cada chiva hermano. Realizo tal afirmación ya que el futbol es conocido por ser el arte de lo imprevisto, donde menos se espera salta lo imposible, el enano puede vencer al gigante muestras la redonda ruede.


En tales consideraciones podemos concluir, que aún y con los malos antecedentes, la afición rojiblanca espera un equipo que llegue al coloso de Santa Úrsula a competir, a jugar al tu por tu, como deben jugarse los clásicos, pues como se ha dicho supra líneas, son 90 minutos más el agregado, donde cada jugador que traiga puesta la casaca rojiblanca sacará ese plus, ese “fua” y ese último esfuerzo para llevarnos la victoria, y que mejor que sea gustando, porque se ha de recalcar que estos encuentros el marcador es el que pasa a la historia, juéguese al estilo de la “joga bonito” bien al “catenaccio” lo importante es ganar.


Diría el gran escritor uruguayo Eduardo Galeano en sus diversos relatos que se le pregunto alguna vez a una teóloga alemana: ¿cómo le explicaría a un niño lo que es la felicidad? respondió: no se la explicaría, le tiraría una pelota para que jugara. Así pues, realizando una analogía a lo exteriorizado con tal cuestionamiento, yo les preguntaría ¿cómo harían feliz a un Chiva hermano?… será un sábado hermoso queridos lectores.

Por: Raymundo Muñoz